Los coprolitos humanos encontrados por los paleontólogos en las cuevas de Paisley, en el estado de Oregón (EE.UU.), ayudaron a los científicos a determinar que las personas que vivían allí eran como mínimo contemporáneas de aquellas pertenecientes a la cultura clovis que, según se cree, fueron los primeros habitantes del continente americano.
Los científicos analizaron los fragmentos del ADN y determinaron la edad de los fósiles de plantas dentro de los coprolitos. Los resultados muestran que el material genético pertenecía a humanos que vivían en el lugar hace unos 12.000 años. Asimismo los investigadores intentaron determinar la genealogía de la gente que vivía en esta zona.
El análisis de ADN reveló su parentesco con indígenas, esquimales y habitantes de la Siberia Oriental. Además de los coprolitos, los paleontólogos estudiaron los instrumentos que encontraron en las cuevas. La peculiar forma de las puntas de las flechas y otros detalles, les llevan a establecer que los habitantes de las cuevas de Paisley no estaban vinculados con la cultura clovis. La conclusión a la que llegaron los investigadores es que hace unos 12.000 años en América del Norte coexistían dos culturas diferentes.
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