Un equipo de científicos de la Universidad de Carolina del Sur ha conseguido convertir prendas en dispositivos de almacenamiento de energía eléctrica. Este avance podría sentar las bases para que en un futuro próximo la ropa pudiera cargar teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos.
El experimento, liderado por los profesores Xiaodong Li y Lihong Bao, puede suponer un gran salto adelante en el desarrollo de tecnologías que permitan a las personas incorporar la electrónica a su vestimenta.
Los investigadores, cuyo trabajo se acaba de publicar en la revista 'Advanced Material Journal', usaron una simple camiseta que empaparon con una solución de fluoruro, la secaron y la calentaron a altas temperaturas. De esta manera, convirtieron la celulosa del tejido en carbono, pero sin que el material perdiera su flexibilidad.
Los científicos descubrieron además que usando pequeñas partes de la tela como electrodos, el material actúa como una batería eléctrica. A esas fibras las revistieron con óxido de manganeso, mejorando su rendimiento. "Esto creó un supergenerador de alto rendimiento", dijo el Profesor Li, en declaraciones a la BBC.
Estos materiales, además, acreditaron su elevada resistencia. Durante el experimento, los científicos probaron miles de veces a cargar y descargar el generador, y su rendimiento apenas disminuyó un 5%.
Este último avance nos acerca a un desarrollo para las tecnologías nunca visto antes. El profesor Li no duda de que este avance es inminente: "Vestimos tejidos en nuestra ropa todos los días. Un día, nuestras prendas podrían desempeñar más funciones: por ejemplo, almacenar energía eléctrica que permita cargar un teléfono móvil o el Ipad".
De hecho, Li predice que "pronto veremos en el mercado teléfonos y ordenadores portátiles enrrollables, pero para que esto sea posiblenecesitaremos dispositivos flexibles para almacenar energía". El científico está convencido de que la tecnología que acaba de desarrollar servirá para lograr este objetivo.