¿Es usted de las personas que cada vez que siente algún tipo de dolor o molestia acude inmediatamente a Internet para tratar de averiguar qué es lo que tiene?
Ese remedio puede ser mucho peor que la enfermedad. Buscar una y otra vez y, aún más, hacer tests que puedan indicarle más o menos qué es lo que tiene, daña su salud más de lo que se creía.
El riesgo no es solo un diagnóstico erróneo, sino que usted crea que se halla mucho más enfermo de lo que realmente está. Así lo señala un estudio de la Universidad de Ciencias y Tecnología de Hong Kong publicado en la revista Journal of Consumer Research.
“Dados los mismos síntomas, las personas sobrestimarán su propio riesgo de contraer enfermedades raras (y graves)”, dijo, en un comunicado de prensa, Dengfeng Yan, autor del reporte.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores dieron información sobre enfermedades como la gripe, el VIH, la osteoporosis y el cáncer de mama a 250 estudiantes universitarios.
Allí vieron cómo todos ellos dijeron que tenían el tipo de gripe más grave, el cáncer de mama en estado más avanzado y la osteoporosis más agresiva.
“Por eso, nada sustituye a un médico. Muchas veces sobredimensionamos las cosas y solo un profesional puede saber lo que tenemos”, dijo Yan.
